De conformidad con el artículo 100 del Código Procesal del Trabajo y de la seguridad social el proceso ejecutivo laboral se encuentra cimentado sobre un derecho que es cierto y sobre el cual no versa ningún proceso de reconocimiento del mismo, sino que se requiere la exigibilidad, cumplimiento o ejecución del derecho reconocido, es decir, el titulo ejecutivo necesariamente debe contener una obligación clara, expresa y exigible que ya está reconocida.
Es decir, para recurrir a un proceso ejecutivo laboral deben estar declaradas o reconocidas las obligaciones del empleador bien por sentencia judicial, por transacción, por conciliación, por fallo arbitral.
Un ejemplo de lo anterior, corresponde a si el empleador se niega a cumplir con lo pactado en el acta de conciliación, el trabajador podrá iniciar un proceso ejecutivo laboral para que el juez “ejecute” al empleador y lo obligue a cumplir, este proceso surge cuando exista igualmente una sentencia ejecutoriada.
Con lo anterior se denota que el proceso ejecutivo generalmente es posterior al proceso ordinario ya que en este se propende por el reconocimiento del derecho; y en el ejecutivo, se busca la ejecución del derecho reconocido en el proceso ordinario.
María Camila Pulgarín
Asesora Legal Empresarial
