Este contrato es un instrumento idóneo para expandir negocios nacionales e internacionales de manera ágil, ya que para celebrar el negocio o proyecto objeto del contrato sólo se requiere definir el aporte de las partes, su participación sobre las utilidades y su responsabilidad frente a los riesgos del negocio.
Este contrato es un instrumento eficaz para unir el valor agregado de cada una de los participantes y, a su turno, repartir y limitar riesgos implícitos al negocio que se vaya a ejecutar. Por ejemplo, el contrato es utilizado muy frecuentemente por empresas que buscan ejecutar un determinado proyecto para el cual requieren la experiencia de un tercero.
Ese tercero no necesariamente quiere participar en la ejecución directa del contrato o ser responsable frente al mismo, por lo que aporta su conocimiento en la ejecución del contrato y se le asigna una ganancia y su responsabilidad frente a los riesgos que se deriven del mismo.
Dra. Paola Páez
Actualidad Jurídica Empresarial