Las operatividades de la no intervención en aplicación de los principios de las normas internacionales se han considerado erróneamente por los países como la posibilidad de iniciar un conflicto internos e internacionales lo cual lleva a causar afectaciones graves para la población. En el entendido que tomar la decisión de no intervenir en una situación particular se llega a comprender en su mayoría de veces como desinterés lo cual conlleva a afectar la paz, seguridad, libertad y justicia, sin embargo, es importante establecer que el principio de no intervención tiene una finalidad mucho más amplia ya que este protege no solo a los estados soberanos, sino que también a los pueblos y sus culturas, permitiendo que internamente existan las diferencias religiosas, étnicas y de civilización que tanto valoran como arraigo de la tradición, así pues se logra vislumbrar que el mencionado principio mantiene vigente la importancia de los principios de igualdad soberana de los Estados y de autodeterminación de los pueblos.
Para concluir la no intervención se logra determinar cunado la comunidad internacional informa de una vinculación para los estados miembros y derivado de ello no se ratifica esta decisión señalando los motivos de no intervención que se consideren pertinentes entre los cuales generalmente se argumenta que va en contra de la autodeterminación de los pueblos o de la igualdad soberana, pero ello siempre genera las diferencias entre los estados miembros en el entendido que la naturaleza de un tratado internacional es erga omnes con independencia de si los Estados hayan concurrido o no a la formación de tal costumbre.
