El glifosato o mejor conocido como Round Up, es la sustancia más utilizada en el mundo como pesticida tanto vegetación como para plagas, es un herbicida de amplio espectro, es decir, que afecta a todas las plantas verdes.
Las plantas absorben el glifosato a través de sus hojas y otras partes verdes y la sustancia interfiere con la producción enzimática de ciertos aminoácidos esenciales para el crecimiento de la planta.
Se trata de una enzima que solo existe en plantas, hongos y bacterias, por lo que no se considera tóxico para los animales. Donde se utiliza glifosato ya no crece la hierba, de modo que las superficies agrícolas pueden ser limpiadas de maleza antes o poco después de la siembra o tras la cosecha.
Fue comercializado por primera vez por la empresa estadounidense Monsanto con el nombre de Roundup en la década de 1970. La patente caducó en 2000, por lo que hoy numerosas compañías producen el herbicida, muchas veces combinado con otras sustancias que según el Instituto Federal de Análisis de Riesgos (BfR) de Alemania pueden ser más tóxicas que el propio glifosato.
Este herbicida ha sido calificado en algunos estudios como cancerígeno, pero otros expertos alegan que en las pequeñas cantidades ingeridas a través de los alimentos no representa un peligro.
En 1996, Monsanto empezó a comercializar semillas genéticamente modificadas para ser resistentes al glifosato. Entre ellas hay semillas de soja, maíz, variedades de algodón, alfalfa y remolacha azucarera.
Se estima que en 2014 el glifosato se utilizaba en un 90% con fines agrícolas en todo el mundo. Los agricultores que lo utilizan alegan que no hay alternativa, ya que es barato y eficaz y advierten que una prohibición de su uso podría disparar el precio de los alimentos.
Ahora bien, en Colombia con este producto por el gran problema de los cultivos ilícitos, en los años 90, comenzó la aspersión aérea es una medida por la cual se utilizan aviones para rociar agroquímicos desde el aire, a pesar de su enorme incidencia en la salud, ambiente y potencial comercial de los colombianos, pero lo más preocupante es que hasta este momento, existe un desconocimiento general de cuándo, dónde, cómo y con qué se ha asperjado.
El día 9 de mayo del 2015, el presidente Juan Manuel Santos ordeno la suspensión de las fumigaciones; lo que pone en toda una nueva perspectiva este informe que se presenta a continuación. Lo cual género, aprobación en varios sectores teniendo en cuenta, las graves afectaciones que esto generaba.
En el mandato del presidente Iván Duque, se radico un proyecto de ley en el presente año y que tiene gran aprobación por parte de la rama ejecutiva. Lo cual, genera nuevamente preocupación atendiendo a que se realizaría de manera área la aspersión, sobre cultivos de alimentos y los campesinos.
Lo más grave del asunto es que en Colombia no se tiene estudios objetivos sobre este gran problema, y según el Ministro de Defensa, como no hay estudios concluyentes que comprueben que el glifosato es cancerígeno, se quiere volver a esta aspersión, contaminando también, los cuerpos acuíferos y matando nuestra fauna y flora.