El 2020 fue un año de grandes cambios que impactaron no solo las empresas sino también la vida de los trabajadores, debido a la acelerada implementación de las nuevas modalidades de trabajo, como causa del aislamiento social. Esto como una forma de resiliencia frente a la crisis que enfrenta el país en su lucha por mitigar la propagación del covid-19.
Lo primero que debemos resaltar es que la legislación colombiana implementó diferentes modalidades de trabajo, las cuales son: trabajo remoto, teletrabajo y trabajo en cada. Dichas amparadas en la Ley 1221 de 2008, Decreto 884 de 2012, circular 041 de 2020 y Ley 2021 de 2021.
El temor de muchos empresarios al momento de implementar estas modalidades de trabajo fue el hecho de que se generara una notable disminución en la productividad de sus empresas, al limitar el contacto con los trabajadores. Una vez aceptado el riesgo de la implementación de dichas modalidades, la empresa Citrix Systems, en su más reciente estudio que pretende medir el nivel de aceptación por parte de los trabajadores, se encuentra que el 45 % de sus encuestados dicen haber mejorado su productividad en casa, ya que se afianzan los niveles de confianza entre empleador y trabajador, y se brinda la flexibilidad para realizar otro tipo de actividades; un 41% asevero que le es igual en comparación con el trabajo en oficina. Estas cifras evidencian no solo mejores niveles de productividad sino también que los trabajadores colombianos están prestos al cambio.
Cabe resaltar que es obligación de las empresas y los empleadores brindar las herramientas necesarias para el desarrollo de sus actividades laborales, ya que dentro de los recursos usados están: el trabajo de las personas, el capital físico como infraestructuras, maquinaria y equipos electrónicos, por lo cual la productividad es un indicador de eficiencia y rentabilidad.
Paul Krugman, premio Nobel de economía 2008, hacía la siguiente reflexión: “la productividad no lo es todo, pero a la larga es casi todo. La capacidad de un país de mejorar su estándar de vida depende casi exclusivamente de su habilidad de incrementar la producción por trabajador”.