El sistema de autocontrol, prevención y gestión de riesgos contra el lavado de activos, financiación al terrorismo y financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva (SAGRILAFT), ahonda, corrige y perfecciona el sistema de supervisión e inspección para el control y gestión de fenómenos delictivos que se puedan suscitar por el incumplimiento de regulaciones o contratos. En efecto, la aplicación de esta política permite reducir la posibilidad de que estos riesgos ocurran. De igual forma, busca atenuar los efectos perjudiciales que puedan suceder en caso de que el riesgo llegue a materializarse.
Por regla general, las entidades responsables en la implementación del sistema de autocontrol y gestión son aquellas empresas vigiladas por la Superintendencia de Sociedades, pertenecientes al sector inmobiliario, jurídico, contable, de cobranza y de construcción. No obstante, resulta procedente indicar que aquellas compañías, sin importar su actividad comercial, con ingresos totales con corte a 31 de diciembre del año anterior, iguales o superiores a 40.000 SMMLV, deberán adoptar el SAGRILAFT, dentro de la fecha establecida conforme lo dispone la Circular Externa 100-000016 del 24 de diciembre de 2020 en su articulo 4.
Para su ejecución se requiere designar un oficial de cumplimiento, el cual será el responsable del diseño, implementación, administración y gestión de las políticas en materia de riesgo, quien identificará los diferentes factores de contingencia a los que se expone la compañía. Así las cosas, es necesario verificar con el revisor fiscal si la entidad se encuentra obligada a tener esta política.
