El fuero circunstancial es un fuero que cobija a todos los empleados, sin importar si están sindicalizados o no, con la excepción que no ampara a los miembros de la junta directiva o quienes ejercen funciones directivas en la empresa.
Procede cuando el trabajador le presenta un pliego de peticiones al empleador, en donde este no podrá ser despedido sin una causa justa desde que se presenta el pliego hasta que sea solucionado el conflicto que dio origen a la presentación del mismo. La finalidad del fuero circunstancial es proteger al trabajador del despido sin justa causa y de todos aquellos conflictos económicos que afecten su estabilidad laboral.
La principal diferencia entre el fuero sindical y el fuero circunstancial es que, en el primero, el trabajador debe estar afiliado a un sindicato, y procede para los fundadores del sindicato; los trabajadores que hayan ingresado al sindicato con antelación a la inscripción en el registro sindical; los miembros de la junta directiva y subdirectivas de todo sindicato, federación o confederación de sindicatos, y dos de los miembros de la comisión estatutaria de reclamos. El segundo, el fuero circunstancial, rige para todos los trabajadores, estén o no afiliados al sindicato, a excepción de los miembros de la junta directiva de la empresa, y procede desde el momento en que se presenta el pliego al empleador hasta que se solucione el conflicto que dio origen a su presentación.
