Una de las características principales de las Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS) es la flexibilidad legal que tienen en comparación con otros tipos de sociedades. Dentro de estas ventajas que las hacen más flexibles se encuentra la posibilidad de pagar a los trabajadores de la empresa con acciones o cuotas de participación.
Las acciones de pago pueden ser usadas, en general, para cancelar cualquier tipo de obligación que tenga la empresa. Cuando sean utilizadas para pagar acreencias laborales, es posible emitirlas sin derecho al voto, de forma que el trabajador no pueda participar en la administración de la sociedad.
El parágrafo primero del artículo 10 de la Ley 1258 de 2008 señala que el pago con acciones cuenta como salario en especie y se tiene que regir por las normas del Código Sustantivo del trabajo. Esto quiere decir que si el trabajador devenga más de un salario mínimo, el pago con acciones puede ser equivalente al 50 % de su remuneración, pero si el trabajador gana un salario mínimo mensual legal vigente no puede superar el 30 %.
De igual forma, el pago con acciones debe tenerse en cuenta a la hora de realizar aportes a seguridad social y en la liquidación del contrato de trabajo. Solo en caso de que la sociedad se encuentre en liquidación se imposibilita emitir este tipo de acciones.
El pago con acciones fomenta la fidelización de los trabajadores con la empresa al convertirlos en accionistas. Además, permite a la empresa aumentar su capital con la participación de personas que son conocidas por los administradores y que a futuro quieran tener contribución en el órgano de decisión social.