Actualmente, existen varios tipos de contratos que se encuentran regulados normativamente, aunque, en virtud de la aplicación de conceptos internacionales, se han empezado a implementar contratos atípicos que no tienen regulación normativa en Colombia, es decir, que no están taxativamente determinados dentro de la legislación colombiana.
Tal es el caso del contrato coworking, figura que regula aspectos a nivel comercial frente al arrendamiento, así como también regula, indirectamente, una forma de trabajo en donde muchos profesionales independientes, freelancer, emprendedores e incluso pequeñas y medianas empresas comparten un espacio físico para laborar, sin embargo, este tipo de contratos no está regulado puntualmente en la normativa colombiana, sin embargo, al ser un tipo de contrato de arrendamiento, deberá manejarse por medio de este tipo de documento, ya que hay una obligación de pago de canon de arrendamiento por el uso de un espacio en particular para la explotación de un fin en específico.
En resumen, este tipo de contratos funge para la regulación de arrendamiento de espacios dentro de una extensión de lugar amplio, en la cual varios emprendedores y trabajadores compartirán un mismo espacio para la instalación de su oficina o lugar de trabajo, lo que caracteriza a este tipo de contratos es que en el mismo debe ir inmerso un manual para el uso de los espacios, ya que, reitero, aunque es un arrendamiento, no permite el disfrute de todo el inmueble sino de una parte mínima de él, así como el uso compartido de diferentes espacios del inmueble o zonas a compartir por los arrendatarios.