Es importante tener en cuenta que las escrituras públicas son documentos fundamentales y cruciales que tienen como finalidad proporcionar información verificable en diversas negociaciones. Recordemos que estos documentos se realizan ante notario, lo cual implica que deben estar avalados por una entidad judicial competente, otorgándoles así solemnidad.
Por lo tanto, es relevante indicar que uno de sus principales objetivos es brindar garantía jurídica mediante la autenticidad y la correspondiente validez del documento registrado. Para ello, se requiere tanto una elaboración adecuada como una certificación apropiada, la cual es otorgada por los diferentes notarios públicos. Estos profesionales tienen la facultad conferida por el Estado colombiano para cumplir con la normativa vigente. De este modo, la seguridad y validez no son proporcionadas unilateralmente, sino que se brindan de manera que ambas partes obtengan protección jurídica para sus derechos e intereses. En caso de que se produzca una vulneración de los derechos de alguna de las partes, las escrituras públicas pueden ser presentadas como evidencia ante la jurisdicción ordinaria, teniendo la posibilidad de resolver conflictos de manera justa.
En conclusión, las escrituras públicas son documentos que cumplen objetivamente la función de proporcionar confianza y estabilidad en la ejecución de transacciones, ya sea en el ámbito inmobiliario, en acuerdos comerciales, en la constitución de sociedades o en la veracidad del otorgamiento de poderes judiciales, así como en la creación de garantías. Esto asegura que en las relaciones contractuales o acuerdos no se evidencie ningún tipo de fraude.