La denuncia se describe como la acción de notificar o declarar algún hecho delictuoso o irregular ante las autoridades, lo que indica la puesta en marcha de un proceso judicial según lo dispone la (Sentencia C-1177/05 de 2005) . La denuncia tiene como efecto esencial movilizar a los órganos competentes para que inicien las investigaciones preliminares para constatar, en primer lugar, la realización de un hecho ilícito y, en segundo lugar, su presunto autor. Las denuncias, aunque se presentan principalmente ante la Fiscalía, también pueden realizarse directamente antes las Unidades de Reacción Inmediata (URI), Salas de Atención al Usuario de la Fiscalía General de la Nación, ante la Policía Nacional, en cualquier Centro de Atención Inmediata (CAI) o ante las Casas de Justicia de cualquier municipio del país.
La querella, por su parte, Al igual que la denuncia, la querella sirve para notificar ante las autoridades que una persona o institución está cometiendo un delito. La diferencia radica en que la querella es desistible. Una persona puede interponer ante las autoridades civiles una querella ante otra persona por delitos menores o que no requieren de una pena de prisión, como por ejemplo, la calumnia, injuria, el abuso de confianza y la emisión de cheques falsos.
