El proceso disciplinario es la oportunidad procesal y probatoria para sancionar o exonerar a un trabajador, del cual se tienen indicios del incumplimiento de obligaciones laborales o prohibiciones que le son aplicables, la Honorable Corte Constitucional estableció, mediante sentencia C-593 de 2014 se ordenó a todo empleador deberá contener un procedimiento disciplinario el cual debe contener: (i) notificación de apertura de proceso disciplinario, (ii) traslado o entrega de pruebas que demuestran el incumplimiento del trabajador, (iii) diligencia de descargos, (iv) notificación de exoneración y sanción y, (v) oportunidad para interponer recurso de reposición.
El traslado o entrega de pruebas, corresponde al deber de ponerle en conocimiento al trabajador que será objeto de diligencia de descargos de las pruebas con las cuales se pretende demostrar el incumplimiento de las obligaciones del trabajador o los hechos constitutivos como prohibiciones, dentro del Código Sustantivo del Trabajo, contrato de trabajo y/o reglamento interno de trabajo. Para efectos probatorios, no se tiene algún requisito o especificación suficiente, es decir que se cuenta con una libertad probatoria y se puede darle validez con diferentes medios, tales como, grabaciones, videos, documentos, testimonios y diferentes. Por otro lado, el trabajador tiene la disposición de aportar las pruebas que considere pertinentes para eximirse de responsabilidad.
Es importante que siempre que se inicie proceso disciplinario se cuente con las pruebas suficientes para iniciar el correspondiente proceso, sin embargo, dentro de la diligencia de descargos se puede constituir la aceptación del incumplimiento y en consecuencia la sanción a imponer, esto, con el fin de evitar revestir de legalidad la sanción que se pueda imponer haciéndose uso de las facultades de subordinación que se tiene como empleador.
