Las Mipymes suelen ser las que más impulsan los procesos innovadores y en una economía cada vez más promovida por el conocimiento, la Propiedad industrial es un elemento fundamental en las decisiones estratégicas de las empresas.
Sin embargo, la capacidad creativa e innovadora de las Mipymes no siempre se aprovechan completamente ya que no conocen el potencial del Sistema de Propiedad Industrial o la protección que puede brindar a sus invenciones, marcas, lemas y diseños.
El pasado 26 de abril, fue el Día Mundial de la Propiedad Industrial, la Superintendencia de Industria y Comercio, sumándose a la propuesta de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), orienta todos sus esfuerzos a impulsar en las pymes, que constituyen el 90% de las empresas del mundo, la importancia de las marcas y las patentes para ingresar con mayor seguridad y sostenerse en el mercado.
Aunque existe el dogma de que la innovación es posible solo para empresas con grandes capitales y áreas fuertes en Investigación y Desarrollo, la realidad nos ha sorprendido mostrándonos ideas innovadoras que han surgido de pequeños empresarios y cómo se han convertido en activos de alto valor, además de la generación de empleo que han generado.
Dicho esto, escogiendo el mercado y los activos que hacen parte de la propuesta de valor, debemos elegir cuál es la protección más adecuada en miras de la finalidad que se tiene con cada modelo de negocio. El objeto de la protección podrá ser impulsar nuevos mercados, evitar la copia o reproducción, agregar valor a la empresa, diferenciarse frente a la competencia o crear su propia identidad.