Usualmente las personas adquieren una nacionalidad al nacer derivada de sus padres o del país en el que nacieron; ahora bien, una persona apátrida, según la definición legal internacional, es aquella que no es reconocida por ningún país como ciudadano, es decir, no cuenta con la nacionalidad de ningún país. Esta situación puede ocurrir derivado de las siguientes razones:
- La discriminación contra determinados grupos étnicos o religiosos.
- Por género.
- Por la aparición de nuevos Estados y las transferencias de territorio entre los Estados existentes.
Sin embargo, cualquiera de estas situaciones que se lleguen a presentar causa graves afectaciones a los derechos de las personas que se encuentren con esta condición, toda vez que es imperativo que cada país cuente con sus leyes para reconocer la nacionalidad a una persona en particular y no siempre estos requisitos son accesibles para todo, ya que se deben cumplir específicamente con permanencia, nacimiento o padres, lo cual no siempre es viable de probar.
Por otra parte, se evidencia esta situación cuando las personas se mudan de los países donde nacieron, esto quiere decir que cuando una persona nace en un país extranjero puede correr el riesgo de convertirse en apátrida si ese país no permite la nacionalidad basada únicamente en el nacimiento, y si el país de origen no permite que un padre transmita la nacionalidad a través de los vínculos familiares.
Por lo tanto, si se considera a una persona como apátrida se niega de inmediato el derecho a una nacionalidad y como consecuencia de ello, se puede presentar que no tengan acceso a educación, salud, derecho al trabajo, seguridad social, entre otros derechos fundamentales.
