En días pasados, la Corte Suprema de Justicia estudió el caso de una mujer a la cual le quitaron su pensión de sobreviviente después de que se volviera a casar. Dicho estudio concluyó que las personas que queden viudas pueden volver a casarse y tener una relación de pareja, sin necesidad de perder los derechos que tenían, al recibir la pensión de sobreviviente que haya dejado su pareja fallecida.
Lo anterior, teniendo en cuenta que de no reconocer la mesada pensional bajo tal argumento, sería una decisión que atentaría contra sus derechos del libre desarrollo de la personalidad.
Adicionalmente, la Corte señaló que no puede haber discriminación para las personas que perdieron a su pareja, sin importar que esto haya sido antes o después de 1991. El magistrado Gerardo Botero expresó que la decisión se tomó porque “fijaba una condena a que la persona permaneciera sola toda su vida y muchas que quedaban viudas no volvían a casarse por el miedo a perder la pensión”.
Por tanto, la Sala Laboral de la Corte Suprema señaló que de ahora en adelante las personas viudas que se casaron por segunda vez podrán acudir a la Sala para que se les rectifique el error y, así, les puedan volver a pagar la pensión. Mantener el criterio que hacía una diferenciación entre quienes volvieron a casarse antes y después de la Constitución implicaría retroceder en el origen y razón de ser de la pensión de sobreviviente, que busca brindar un soporte y ayuda a los miembros del grupo familiar, pero que encontraban en esa posición un “mandato machista y patriarcal que, principalmente, le imponía a la mujer negar su posibilidad de restablecer su vida afectiva y sentimental a cambio de un beneficio económico”.