De acuerdo con el Concepto 0208594 de octubre de 2002, un contrato de licencia de marca es una herramienta de gran utilidad para el titular de una marca, pues le permite derivar recompensas significativas por el hecho de otorgarle a un tercero el derecho de usar su marca, como, por ejemplo, para llevar a cabo actos de publicidad. Para ello, el contrato debe contener la legalidad suficiente, es decir, detallar un objeto, obligaciones de las partes, cómo resolver posibles conflictos, penalidad y merito ejecutivo, entre otras.
Este contrato permite que el negocio tenga una expansión positiva y una contraprestación económica, no obstante, no es posible transmitir la estrategia del negocio, ni del producto o servicio y no se otorga el mismo apoyo a los titulares de una licencia de marca; así las cosas, el solo uso de la marca no cumple el objeto de desarrollar el negocio en términos generales, de querer transmitir la idea de negocio debemos hablar de una franquicia, que es totalmente diferente.
Por otro lado, quien otorga el uso de la marca debe acreditar que la misma se encuentra registrada ante la Superintendencia de Industria y Comercio, cuál es el sector económico que permite explorar y su vigencia para así poder ejercer un uso adecuado. `Para finalizar, no es necesario reportar este contrato a la entidad, basta con la voluntad de las partes plasmada en dicho contrato, denominado licencia de uso para marca.
