Los principios internacionales están directamente relacionados con mantener las buenas costumbres entre los países que los acatan, así como también las relaciones óptimas entre sus necesidades, ya sean fronterizas, comerciales o económicas. Es por ello que los elementos que siempre deben estructurar algún tratado, acuerdo o norma internacional deben contener lo siguiente:
El primero de ellos es la buena fe, reconocido internacionalmente en el entendido de que todos los Estados deben obrar lealmente en cumplimiento de los compromisos jurídicos adquiridos anteriormente o a futuro, siempre y cuando se mantenga la convicción de que no se está violando un derecho ajeno a su soberanía; por lo tanto, se espera que sea recíproco frente a los demás Estados.
En segundo lugar, el no abuso del derecho hace referencia a reunir toda la información concerniente a que todo titular de un derecho internacional no pueda causar perjuicios a un tercero, objetando una norma en busca de un beneficio propio, ya que de ser así se estarían vulnerando los principios del consejo de integración de las organizaciones internacionales, las cuales siempre están en procura de mejorar las relaciones entre los Estados miembros.