Cuando como empresas nos involucramos en la contratación de trabajadores que nos ofrecen su fuerza laboral, es importante mantener el interés de producción ante la relación que se tiene con el sueldo base o fijo; esto quiere decir, desde la visión del empleador, el aseguramiento de la producción y motivación de los trabajadores no se vea menguada o disminuida ante la seguridad de un salario base, el poder mantener un cargo, un empleado, debe justificarse en la necesidad del puesto y el aporte de trabajo de este.
Por ejemplo, se puede evidenciar que en el estudio académico e interno de las empresas, ocasionalmente la seguridad de un salario quincenal o a mes; afecta la productividad de los trabajadores y que la misma no corresponde al potencial u operación que dispone la empresa, —en otra forma coloquial—, los trabajadores ejecutan funciones mínimas sin apersonarse de sus funciones, logrando un suelto base, pero no siendo rentable para la compañía.
Para conciliar la motivación de los trabajadores y los intereses de las empresas-empleadores, la normativa permite lo que se conoce como ‘salario a destajo’, esta es una forma de pagar salarios donde al trabajador se le puede pagar según las unidades de producción, donde su propio esfuerzo y dedicación permitirían y motivarían su salario. Bajo esta forma se permite la situación donde si el trabajador es renuente podría aumentar su salario; caso contrario, donde si este no produce, esto se verá reflejado en sus pagos, asegurando los intereses de la empresa en la producción, así como la calidad y entrega de sus trabajadores.