En las sociedades de comandita simple se pueden encontrar dos tipos de socios: los gestores y los comanditarios. La importancia de estos socios está relacionada con su posición dentro de la sociedad, donde el rango no está determinado por la inversión, sino por la toma de decisiones y su importancia en las votaciones.
En el caso de las sociedades por comandita, los socios gestores son las personas naturales o jurídicas encargadas de la representación y gestión de la sociedad. Su presencia y voto son fundamentales para tomar decisiones finales. Por otro lado, los socios comanditarios realizan una inversión económica, pero no tienen la facultad de administrar la sociedad, lo que significa que es poco probable proyectar la sociedad en escenarios diferentes sin la aprobación del socio gestor.
Es importante señalar que, al momento de crear estas sociedades, se deben establecer en los estatutos elementos o cargos que permitan la representación o faciliten la vida de la sociedad durante situaciones de ausencia o faltas. Si no se establecen estos elementos y se tienen dificultades con los socios gestores, la posibilidad de modificar la figura de la administración o representación solo podrá ejecutarse mediante la modificación de los estatutos, lo que podría retrasar la ejecución de actividades comerciales de la sociedad.