Los empleadores, deben reconocer la responsabilidad que tienen frente a sus trabajadores en lo que respecta a la subordinación establecida en el contrato laboral. Uno de los escenarios más comunes que se presentan es cuando un trabajador no puede realizar sus labores debido a una incapacidad, la cual es justificada por su estado de salud.
En este sentido, es fundamental tramitar la incapacidad en concordancia con la remisión proporcionada por el trabajador a la empresa. Además, se deben realizar los pagos de salarios de acuerdo con la normativa vigente, mientras simultáneamente se realiza el recobro de la incapacidad ante la EPS a la cual está afiliado el trabajador.
En cuanto a los permisos, es necesario emitir la autorización correspondiente para que el trabajador pueda trasladarse al médico y ser evaluado según sea necesario. Es importante tener en cuenta que el tiempo autorizado para estos fines, respaldado con la documentación necesaria, no puede ser descontado del salario. El permiso se otorga con el propósito de atender la salud del trabajador y no por otros motivos.
En lo que respecta al manejo interno, este debe regirse de acuerdo con la política de licencias, permisos e incapacidades de la empresa, la cual está contemplada en el Reglamento Interno de Trabajo. Esta política establece el modelo a seguir, indicando que la opción más apropiada es conceder una licencia remunerada si la ausencia del trabajador supera las 6 horas debido a asuntos médicos.