La salud mental ha llegado de manera diferente a tocar los entornos laborales y cada vez estamos más expuestos. Por esto, debemos ser conscientes y prestar atención a todas estas situaciones en temas de salud mental y emocional. Por esta razón, la Resolución 2764 de 2022 define las responsabilidades de los diferentes actores en cuanto a la identificación, evaluación, prevención, intervención y monitoreo permanente de los factores de riesgo psicosocial en el contexto laboral.
Es obligatorio que los empleadores adopten técnicas mínimas para la identificación, evaluación y monitoreo permanente a través de la batería de instrumentos o cuestionarios para la evaluación de factores de riesgo psicosocial, con apoyo de la guía técnica general para la promoción, prevención e intervención en los factores psicosociales y los efectos en los trabajadores. Esto incluye identificar los protocolos de intervención de factores de riesgo psicosocial, fomentar prácticas de trabajo y vida saludable, brindar asistencia psicológica y desarrollar planes de mejora. Igualmente, las aseguradoras de riesgos laborales (ARL) deben brindar atención como primeros auxilios psicológicos por medio de líneas telefónicas y fomentar capacitaciones en salud mental.
Por lo anterior, todos los empleadores están obligados a realizar estas evaluaciones: los empleadores públicos y privados, dependientes e independientes en misión, las empresas de servicios temporales, estudiantes afiliados a riesgos laborales, las organizaciones cooperativas y de economía solidaria, los contratistas de personal en modalidad civil, comercial y administrativo, el personal no uniformado de la policía y el personal civil de las fuerzas militares.
Estas evaluaciones se deben realizar cada año o cada dos años, según el nivel de riesgo. Si se identifican factores psicosociales intralaborales nocivos de alto riesgo, se debe realizar una intervención inmediata generando controles administrativos, operacionales y organizacionales. En cambio, si se identifica un nivel de riesgo psicosocial medio o bajo, la evaluación se realizará cada dos años y requerirá de una intervención en la fuente y en el trabajador.