La Ley 2141 de 2021, que modificó el artículo 239 del Código Sustantivo del Trabajo, estableció la prohibición de despedir a todo trabajador cuyo cónyuge, pareja o compañera permanente se encuentre en estado de embarazo o dentro de las dieciocho (18) semanas posteriores al parto y no tenga un empleo formal. Sin embargo, la Corte Constitucional, en la sentencia C-517 de 2024, declaró inconstitucional y excluyó del ordenamiento jurídico la expresión “y no tenga un empleo formal” contenida en dicha ley.
Anteriormente, esta expresión condicionaba la existencia del fuero de paternidad y permitía la terminación del contrato laboral del padre cuando la cónyuge, pareja o compañera permanente estuviera en estado de embarazo o dentro de las 18 semanas posteriores al parto, siempre que este tuviera un empleo formal. Es decir, si el cónyuge o compañera permanente era cotizante al sistema de seguridad social integral, no se aplicaba la protección del fuero de paternidad.
Inicialmente, tanto el fuero de maternidad como el de paternidad fueron creados como herramientas para proteger a las personas de despidos discriminatorios por decidir tener hijos, conformar una familia o asumir responsabilidades familiares que requieren tiempo y planificación más allá del trabajo subordinado. En el caso de los hombres, este fuero también busca garantizar la igualdad de responsabilidades familiares, incluyendo la crianza de los hijos, su cuidado, el reparto de las tareas del hogar y el sostenimiento económico. Por ello, no existe razón para discriminar a los trabajadores cuyo cónyuge, pareja o compañera cuenta permanente con un empleo formal, ya que el objetivo del fuero es garantizar que tanto el padre como la madre puedan asumir sus responsabilidades de cuidado, independientemente de sus condiciones económicas.
A partir del fallo de la Corte Constitucional, el fuero de paternidad protege a los trabajadores cuyo cónyuge, pareja o compañera permanente se encuentre en estado de embarazo o dentro de las dieciocho (18) semanas posteriores al parto, independientemente de que tenga o no un empleo formal. Además, se eliminó la obligación de que el trabajador declare bajo juramento si su cónyuge, pareja o compañera permanente carece de empleo, pues esta condición ya no es exigible para el reconocimiento del fuero de paternidad.
