El proceso de sucesión intestada en Colombia comienza cuando los herederos presentan la solicitud en una notaría. En este documento, es necesario incluir información importante, como la lista de los bienes del fallecido, datos sobre la existencia de un cónyuge o compañero permanente y otros aspectos requeridos por la legislación. Si la documentación presentada cumple con lo estipulado por la ley, el notario inicia oficialmente el procedimiento y ordena que se publique un aviso en un periódico de gran circulación. Esta acción tiene como objetivo informar a otros posibles herederos que podrían estar interesados en el procedimiento.
Una vez que se acepta la solicitud, la notaría establece una fecha y un horario para que se firme la escritura pública de sucesión. Después de que todas las partes firman, esta escritura debe registrarse ante la oficina de registro de instrumentos públicos correspondiente, para formalizar el traspaso de los bienes, al mismo tiempo, se comunica a la dirección de impuestos y aduanas nacionales para confirmar si el fallecido tenía deudas fiscales pendientes. Este proceso conlleva costos como tarifas notariales y honorarios del abogado.
Si hay desacuerdos entre los herederos sobre cómo se deben distribuir los bienes, o si surge alguna situación que impidiera llegar a un acuerdo, se debe acudir a un juez de familia a través de una demanda. Un solo heredero puede iniciar este proceso legal, y si hay menores involucrados, necesitan ser representados legalmente, aunque se deben respetar sus derechos sobre los bienes, para avanzar en la sucesión, se tienen que presentar documentos como el poder del abogado en caso en que se actúe con apoderado, registros civiles de nacimiento, el registro civil de defunción, constancia de no deudas de impuestos, certificados bancarios, escrituras y certificados de libertad y tradición, el proceso debe llevarse a cabo en el último lugar donde vivió o trabajó el fallecido.
