Para el caso en concreto recordemos que la finalidad de la dotación que deben entregar los trabajadores a los empleadores tres veces al año, es prestar alguna utilidad para la ejecución de las labores propias del cargo, razón por la cual debe ser acorde a la naturaleza del trabajo, el medio ambiente, el tipo de actividad entre otros elementos sin que normativamente se concrete cuales o le limite una cifra representativa.
Por otra parte, jurisprudencialmente se han dicho que el objetivo de la dotación es que sea utilizada en las labores contratadas, adicionalmente que sea utilizada y se le dé un buen uso so pena de que se pierda el derecho a recibirla, por ende, la dotación debe ser entregada al trabajo activo, pues resulta evidente que para el trabajador que se encuentra cesante o que no se encuentre laborando no puede utilizar la dotación.
En los casos de incapacidades prolongadas, para el caso en concreto de más de un año, teniendo en cuenta que la finalidad de la dotación, es que el trabajador la utilice en las labores contratadas, por ende no es razonable el suministro de la dotación a los trabajadores que se encuentre en una incapacidad superior a un año, pues la dotación se entendería que se justifica claramente en aquellos trabajadores activos y que real y efectivamente prestan sus servicios al empleador y en el caso en específico el trabajador que esta incapacitado no puede utilizarla.
María Camila Pulgarín
Asesora Legal Empresarial
